Uno es consciente de lo que ha cambiado cuando al enfrentarse a un mismo objeto o situación su reacción es diferente.
Un día, visitando a mi abuela, volví a encontrarme con aquellas figurillas de porcelana que toda abuela tiene en algún estante de su casa. Estas figurillas siempre me habían parecido realmente feas y nunca había entendido porque en algún momento la gente se interesó por ellas. Pero fue en esta visita cuando mi mirada cambio y de repente me descubrí a mi misma apreciándolas de manera diferente.
“Herencias” consiste en una serie de cuadros, donde represento las figurillas de casa de mi abuela a través de esa nueva mirada, esa otra visión de las cosas a través de la madurez. En estas piezas aflora un universo mediante una sutil yuxtaposición de lenguajes al servicio de una iconografía en la que los objetos recreados y encolados sirven de fetiche para construir y reconstruir significados en torno a lo vivo y lo vivido.